Sucedáneo de Borgen para poner patas arriba a la panacea de la democracia. Dinamarca improvisa. Lo hace con un gobierno centrista y la ultraderecha en horas bajas.

Haber ganado las últimas elecciones en el país ha sido relativamente sencillo para la primera ministra, Mette Frederiksen, apenas unas semanas después de haber dado la alarma en Occidente alertando - si se acuerdan - de aquellas fallas del gasoducto Nord Stream 1 y 2 que nos pusieron en jaque durante unos días y parece hoy que ya nada importa.

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Después de que en enero, Copenhague se convirtiera en la primera capital de Europa en decretar - tras dos años te tenso silencio - el fin de la pandemia de la COVID-19 que luego, con el tiempo, otros muchos hemos ido siguiendo.

Una crisis sanitaria que, quizás no lo recuerden, pero obligó a este pequeño país del centro-norte del viejo continente con 17 millones de habitantes y el mayor exportador mundial de pieles a tener que sacrificar a los visones que poblaban los campos de esta isla porque, entonces, se dijo que Dinamarca podría convertirse en el “nuevo Wuhan”.

Con el tiempo la primera ministra que ordenó el asesinato salió - entre lágrimas y en prime time - a pedir perdón por los “errores cometidos” en una acción que ahora dice que fue ilegal, pero que lo desconocía.

Hoy Dinamarca, tampoco es muy diferente a la de aquel 2020 de encierros es uno de los países socialdemócratas con la legislación en inmigración más restrictiva de toda la Unión Europea (UE).

Pero esto no es nuevo cuando Frederiksen asumió en 2015 el control de su partido, dejó claro desde un primer momento que dejaba ya de lado su defensa a la multiculturalidad y el derecho al asilo.

Inmigración, foco de problemas

Al año siguiente, apoyó desde la oposición la aprobación de una ley que permite confiscar joyas y objetos de valor a los solicitantes de asilo para cubrir el coste de su acogida.

Con la llegada al poder de la socialdemócrata en 2019, Dinamarca ha pactado - entre otras muchas cosas - con Kosovo en enviar allí a cumplir condena a presos extranjeros condenados en el país, y otro acuerdo con Ruanda permite trasladar al país africano a solicitantes de asilo mientras esperan a que se resuelva su caso.

Y sigue en vigor, mientras tanto, la conocida como ley antigueto que establece para finales de década un límite de un 30% de ciudadanos “no occidentales” en los barrios de las principales ciudades, o la que castiga la mendicidad con penas de prisión.

Importancia de Los Moderados

Así, la Dinamarca de hoy es una Dinamarca Borgen. Los moderados reales están encabezados por un pragmático perro viejo de la política danesa.

Lars Løkke Rasmussen, diputado desde 1994 y que a sus 58 años ya ha sido primer ministro en dos ocasiones, además de ministro de Interior, de Finanzas y de Sanidad. En 2021 fundó el grupo de los moderados tras darse de baja de los liberales tras ver cuestionado su liderazgo.

En todo caso, por Dinamarca la socialdemocracia europea se congratula. Al menos, dicen, ha aguantado y no como Suecia que se ha rendido a la pleitesía de la ultraderecha.

Este es hoy el país en el que mejor se vive del mundo. Por delante incluso de la sempiterna Suiza aunque lejos del paraíso se haya convertido en la tierra donde acaban los sueños.

El fin de un camino por la ambiciosa Europa.

¡Ojo!

Además, de la mano de Descifrando La Guerra analizamos la guerra olvidada de Etiopía damos alas a la nueva iniciativa de crowfunding de su sitio web disponible en Goteo.org

Dinamarca: cuando la política Borgen no es aburrida y el ojo en Etiopía

Foco puesto en el sucedáneo de Borgen. La panacea de la democracia. Una Dinamarca que sin sorpresas elige a un Gobierno centristas con alianzas esperadas y la crisis de inmigración entre voces de alarma que analizamos junto a Emilio Ordiz, experto en política europea y periodista en 20 minutos y El Orden Mundial. Miramos también a los resultados de las midterms en Estados Unidos junto a Felipe Galli, fundador de Carta Política y analista electoral. Así, en la sección de Descifrando La Guerra, junto a uno de sus coordinadores, Alejandro López, ponemos el ojo en una de las guerras olvidadas, la guerra civil de Etiopía. Para cerrar, las efemérides y los paseos por la historia con Sofía Torres.