Se trata de una de las distintas batallas legales que tiene en el Reino Unido, que afecta a sus aproximadamente 40.000 conductores.

La decisión ha dicho que el pago de la empresa no ha de hacerse por el trayecto realizado sino por horas, y en este caso a los conductores habrá que abonarles al menos el salario mínimo, 8,50 euros por hora.

A esto hay que sumar otra de las reivindicaciones como es el derecho a las vacaciones pagadas.

Es lo que en términos jurídicos denominaríamos la laboralización de la relación de los conductores con la famosa plataforma. El tribunal en definitiva entiende que los conductores pertenecen a la estructura de la empresa de la plataforma y la decisión será recurrida ante el Tribunal Supremo.

El principal argumento de su defensa es que tiene el mismo modelo de negocio que algunas firmas de taxi que tradicionalmente utilizaban el autoempleo de sus conductores solo que la tecnología les permite hacerlo a una escala mucho mayor.

La abogado sostiene que con esta resolución los trabajadores van a perder la “flexibilidad personal que (tanto) valoran”.

En realidad, sucede que, tal y como está configurado el negocio en Londres, ni pueden hacer sus propios contratos ni pueden dejar de atender el 80% de los encargos los conductores.

De todas formas, seguramente este ajuste, como algún otro en materia de seguridad que puede cristalizar, no viene mal de cara a que se valoren por la alcaldía en el gran juicio que se está haciendo sobre este nuevo tipo de economía por la autoridad del taxi en Londres quien le has dado de plazo hasta el mes de septiembre próximo para poder operar.