Google presenta Stadia, un servicio de streaming para videojuegos que permite a los usuarios jugar desde cualquier lugar con la única condición de disponer de conexión a internet. Será una plataforma de acceso instantáneo y no hará falta ni descargar ni instalar el videojuego, sino que se podrá jugar directamente sacando provecho de su tecnología de la nube y su red global de centros de datos.

La tecnología permite a los usuarios jugar a través de su navegador de Internet o YouTube sin tener que esperar a que el contenido se descargue a un dispositivo, lo que hace que el acceso a los juegos sea potencialmente tan fácil como ver un vídeo de YouTube.

Así lo presentaba su consejero delegado, Sundar Pichai: "Creo que cambiamos el juego uniendo el poder y la creatividad de toda la comunidad: la gente que ama los juegos, la gente que ama ver los juegos y la gente que ama construir juegos".

Google se adentra así en un negocio que mueve unos 136.000 millones de dólares anuales y deberá competir con videoconsolas tan populares como la PlayStation de Sony, la Xbox de Microsoft y Switch de Nintendo. Precisamente las acciones de Sony y Nintendo han caído un 3% durante la sesión del mercado asiático tras conocerse la noticia de que el gigante norteamericano entra a competir en el mercado de los videojuegos.

Por el momento, la compañía ha ofrecido pocos detalles sobre el calendario, los precios o los títulos disponibles en el servicio, que se enfrenta a una competencia potencialmente dura por parte de los editores de juegos y de rivales como Amazon y Microsoft.

Durante una presentación el martes en San Francisco en la Conferencia de Desarrolladores de Juegos, que reúne esta semana a unas 25.000 personas que trabajan en la industria de los videojuegos, Google se negó a decir cómo fijaría el precio de su tecnología a los consumidores o a los creadores de juegos o cómo especificaría los juegos compatibles.

La tecnología de streaming ofrece a Google una nueva forma de ofrecer a los editores de juegos sus servicios de cloud computing y almacenamiento de datos, que en última instancia podrían generar más ingresos para Google que las ventas de juegos.

Pero los analistas se preguntan si los principales editores de juegos estarán dispuestos a abandonar el lucrativo negocio de la venta de juegos en discos. Los editores de juegos también pueden decidir lanzar sus propios servicios de streaming, como los estudios de cine y televisión han empezado a hacer con su contenido en los últimos años.

Además, varias empresas de tecnología están buscando aumentar los ingresos por servicios a través de la transmisión de videojuegos, incluyendo Nvidia, Sony y Microsoft. Los dos últimos dominan el mercado mundial de juegos de 100.000 millones de dólares, excluyendo a China.

En esta competición, la debilidad de Google puede venir por su falta de infraestructuras para este propósito y por su menor capacidad de generar contenido, algo en lo que sus rivales tienen una amplia experiencia.

Los videojuegos son la categoría más vendida en su tienda de aplicaciones para dispositivos móviles Android. El año pasado vendió unos 21.500 millones de dólares en juegos, según la empresa de investigación Sensor Tower. Además, los juegos se encuentran entre las tres categorías principales del servicio de vídeo de YouTube, propiedad de Google. Pero la App Store de Apple vendió cerca de 33.000 millones de dólares en juegos el año pasado, y la industria de los juegos ve a Twitch de Amazon, en lugar de YouTube, como el servicio de transmisión de vídeo más popular para el contenido relacionado con los videojuegos.